Si hay algo que mueve la economía en todas sus vertientes son los tipos de interés, ya que estos determinan el valor del dinero, encareciendo o abaratando el crédito, las hipotecas y afectando de forma directa la demanda.
Cuando se pretende luchar contra la inflación, vía reducción demanda, aumentando los tipos de interés, se corre el riesgo de que se reduzca en tal medida que esta sea inferior a la oferta, lo que conlleva una retroceso en los niveles de precio de los activos en cuestión.
El sector inmobiliario estadounidense se ha caracterizado en los últimos tiempos por un sobre-calentamiento impulsado por la escasez de viviendas, y los altos precios de las mismas. Sin embargo, según los últimos datos de julio, las compras de nuevas viviendas uni-familiares han disminuido en un 12,6% a ritmo anualizado, pasando de 585k en junio a 511k.
Las cifras en cuanto a ventas de viviendas de nueva promoción en USA caen a niveles del año 2016

Dado el elemento cíclico y vinculante de la economía, las empresas promotoras están empezando a incorporar estos datos en sus decisiones de inversión, reduciendo la construcción de nuevas viviendas.
Desde Oxford Economics, apuntan a que el precio mediano de los activos residenciales de nueva promoción ha caído un 9,5% mensual en junio, situándose en el precio medio en $405k. Sin embargo, la evolución interanual de precios sigue al alza subiendo casi un 7,5% lo que, no obstante, muestra una fuerte desaceleración con respecto a la tasa anual del 13,7% resgistrada en mayo.
Los bienes residenciales de segunda mano también se están viendo afectados
La venta de vivienda de segunda mano en USA también de deslizó a la baja en julio registrando una caída que roza el 6% respecto al mes de junio. Si lo comparamos con el mismo mes del año pasado la caída se acentúa llegando al -20,2%.
Otro dato preocupante es la acumulación de viviendas usadas disponibles para venta que se sitúa en torno a los 1.31M de unidades, aumentando así casi un 5% con relación al mes de junio. Según asegura el economista Troy Ludtka de Natixis, «el número de compradores parece estar reduciéndose» lo que ha llevado a las ventas de viviendas usadas a caer a su nivel más bajo desde 2015.
Como cualquier cadena logística, el hecho de que los inventarios de viviendas aumente empuja de forma significativa el precio de las viviendas a la baja, pudiendo retroceder a un 7,5% en USA a mediados de 2023.